La historia del gran
globo cautivo

Desde la historia de Cyrano de Bergerac «Historia de la Luna y el Sol» hasta las historias de ciencia-ficción de Julio Verne, el vuelo en globo maravilla y ocupa un lugar único en la imaginación colectiva. Finalmente, fue en la segunda mitad del siglo XVIII cuando presenciamos el primer vuelo humano, con los hermanos Montgolfier, sobrevolando París a 1000 metros de altura.

Al mismo tiempo, en medio de la revolución francesa, se desarrollaron los primeros prototipos de globos atados. Fueron diseñados para uso estrictamente militar, y el ejército ordenó entonces la construcción en serie de globos atados. No fue hasta mediados del siglo XIX que surgieron verdaderos constructores de globos cautivos. El primero es, sin duda, Henry Giffard, pero los que se lanzarán activamente a la fabricación industrial son los miembros de la familia Godard. A partir de 1880, los fabricantes se multiplicaron y se imaginaron nuevos prototipos. Los países vecinos, a su vez, lanzaron modelos de globos atados, Riedinger en Alemania, Zeppelin en Inglaterra…

Alentados por el éxito de los globos cautivos, los militares están empezando a utilizarlos como verdaderos observatorios aéreos, capaces de observar el teatro de operaciones desde el aire. Los defectos recurrentes de los globos se corrigen, se vuelven más resistentes al viento, menos visibles y más eficientes. Los países estaban rompiendo los planes de estos globos, y en 1917, los globos atados fueron diseñados para proteger ciudades estratégicas. Pero con el tiempo, el ejército los abandonará, y los conocimientos de los globos cautivos desaparecerán con la Segunda Guerra Mundial.

En 1993, Jérôme Giacomoni y Matthieu Gobbi crearon la empresa Aerophile y relanzaron la construcción de un globo cautivo.

Ante la ausencia de un dispositivo similar en el mercado, los cofundadores diseñaron entonces, ellos mismos, una aeronave llamada Aerophile. Un desafío técnico considerable: con la desaparición de los planos y los prototipos, hubo que redefinir todas las especificaciones técnicas. Un año después, el 18 de abril de 1994, nació el primer gran globo cautivo de los tiempos modernos. Nunca antes en décadas se había construido un globo tan grande. Se instaló en el Château de Chantilly, y en pocas semanas los primeros pasajeros subieron a los cielos. Fue un éxito inmediato, pero no se detuvo ahí. Dos años después, se instalaron tres nuevos sistemas en Alemania, Australia y China al sur de Shanghai. En el 99, tres nuevos Aerophile en Francia, y después de seis temporadas de uso, el sistema ha demostrado su valor y sigue cumpliendo con las normas de seguridad: el futuro de Aerophile es brillante, al igual que el del globo cautivo.

Y el resto de la historia, lo sabes. Hoy en día, Aerophile es el líder mundial en globos cautivos con 120 globos vendidos en 40 países.